Día 0 - Día 85
Cuando deje de sentir que: “tenía” que comprar algo, “tenía” que comer algo, “tenía” que hacer algo... cuando sentí que podía caminar o correr bajo la lluvia y que no pasa nada si te mojas o quedas completamente empapada... ahí, en ese momento ví en lo tangible, en el día a día que estaba completa. No hay ningún vacío que llenar, no hay de qué preocuparse tanto, es más fácil de lo que parece y como repite mi flatmate “la vida es liiiiinda” Mucho cambió en sólo dos meses, entre algunas de ellas cambió mi alimentación, un día dije no más, no más comida full procesada, no quequitos, no galletas, no chocolates ni felicidad instantánea a través de la comida y empecé a moverme, volví a mi rutina de ejercicios, me dije y prometí que no miraría atrás, que este camino que tomaba es sin retorno, por mi y nada más que por mí. Tomé la decisión de cuidarme a todo nivel, de llevar al siguiente nivel lo plena que ya me sentía y que las fotos demostraban, porque sí, fueron dos meses con una c