Campeones del cumplimiento


¿Qué tan importante es sentirnos ganadores?

Que le ganamos a la vida, al contexto, a la mente. Hay veces que la desafiamos llegando al límite, todo para lograr nuestros propósitos. ¿Realmente estamos ganando? Creo que estamos perdiendo… perdiendo parte de nosotros al exigirnos, al correr, al cumplir expectativas (algunas ajenas), al tratar de llevar bien puestas esas etiquetas y sus propósitos aunque no nos sintamos parte de él o comprendamos que significa para nuestras vidas. Todo esto e incluso no sentirnos plenos.
Prefiero ir con calma, mirar desde arriba, escuchando las señales del universo, escuchando al tiempo, al viento, a mi corazón. Quizás en esos micromomentos es cuando más confío en mí y en mi intuición y si bien, existen momentos de caos, son esos momentos de cuestionamientos los que agradezco infinitamente porque es en ese punto en el que te ves dando un paso más adelante, reaccionando diferente a la vez pasada, creciendo o madurando como otros dirían. Esa es mi verdad: no poder ni querer hacerme la loca a mi consciencia actual. Me costó lágrimas, suspiros, enredos mentales y maravillosas conversaciones. La consciencia es cuando ves tu patrón encendiéndose como una chispa y evitas que el fuego se disperse por toda la habitación, tomando aire, mirándote reaccionar y elegir, sí, aquí hay voluntad de querer cambiar mi estructura preestablecida, la que viene arraigada desde la raíz, de la familia, los entornos. Esa es mi opción, mi construcción, verme y elegir qué camino tomar para mí, para mi vida.

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